¿Cómo se recomienda manejar el ácido perclórico?
El ácido perclórico es un ácido fuerte que se utiliza para la digestión completa de material orgánico. Normalmente se suministra en botellas de hasta un galón de capacidad con una fuerza del 70 al 72%.
En muchos aspectos, sus peligros son similares a los del ácido nítrico, ya que ambos son oxidantes fuertes. El ácido perclórico presenta un peligro adicional, ya que la niebla y el vapor de ácido perclórico pueden condensarse en los sistemas de ventilación para formar percloratos metálicos, que pueden ser explosivos.
Aunque existe mucha información en Internet relacionada con este ácido, lo más recomendable es acudir a sitios web especializados como https://www.acidoperclorico.com/ para obtener la mejor información al respecto.
Recomendaciones para manejar el ácido perclórico
Las personas que utilicen o prevean utilizar ácido perclórico en sus experimentos deben tener en cuenta varios puntos importantes para asegurar no sólo su seguridad, sino la de las personas cercanas.
Par empezar hay que decir que los disolventes no deben almacenarse nunca cerca de una zona designada para el ácido perclórico en ningún momento. Se recomienda que estas áreas sean señalizadas con una etiqueta que diga «uso exclusivo de ácido perclórico» y prohibido el uso de productos químicos orgánicos».
Así mismo, cuando se diluya el ácido perclórico (o cualquier otro ácido) siempre se debe agregar ácido al agua, no al revés, ya que puede resultar peligroso.
Peligros del ácido
El ácido perclórico atacará los tejidos del investigador tan fácilmente como atacará el tejido de la muestra. Para prevenir lesiones, se deben usar gafas o protector facial, guantes y delantal cuando se maneje.
Además, debido al potencial de explosión, no se debe trabajar en una campana previamente utilizada para digestiones de ácido perclórico hasta que haya sido completamente descontaminada.
De hecho, los residuos de ácido perclórico no deben mezclarse con ningún otro residuo. Deben ser puestos en botellas resistentes al ácido (preferiblemente el contenedor original de ácido), claramente etiquetadas y tratadas como residuos químicos peligrosos.
Por último, hay que decir que debe almacenarse separado de todos los demás productos químicos y dentro de una contención secundaria (como un plato para hornear de pirex o un plato de plástico). No debe almacenarse cerca de ácidos orgánicos como el ácido acético, cerca de bases o cerca de otros materiales orgánicos o inflamables. De esta forma se reducen considerablemente los riesgos de reacciones peligrosas.