La Navidad es una de las épocas del año en las que más fácil es ganar peso. Las comidas familiares demasiado abundantes, los turrones, polvorones, las obligaciones familiares que nos impiden hacer ejercicio…. Todos estos factores provocan que mucha gente aumente de peso inevitablemente durante las fiestas. ¿Qué podemos hacer para evitarlo?

Ante todo, lo más importante es no privarnos de nada. Es sabido por experiencia que cuando una persona se priva demasiadas veces de algo, acaba cayendo con resultados catastróficos. Simplemente, hay que tomar porciones razonables de todo. No por ser Navidad vamos a tener más hambre y tenemos que comer más. Lo mejor escomer un poco de todo, pero sin exagerar las porciones.

Recortar calorías

En las comidas familiares suele haber comida de todos los tipos. Lo mejor para mantener la figura es atiborrarnos de aquellos alimentos más sanos, y limitar el consumo de frutos secos, queso, salsas, etc. No es necesario eliminarlos al 100%, pero sí dejarlos como un extra para dar sabor, en lugar de ser el centro de la comida.

Masticar chicle

Los chicles son una bendición en los momentos en los que necesitamos algo dulce pero no es el momento. Por ejemplo, si estamos preparando la comida de Navidad probablemente nos entrarán ganas de comer (que no hambre) al ver todos esos alimentos. Los chicles pueden quitarnos estas ganas o, como mínimo, hacer que sea más fácil la espera hasta la comida.

Ser selectivo

Un truco para evitar comer más de la cuenta es ser extremadamente selectivo. Come sólo aquellas comidas que te encanten y evita los platos comunes que comes en las otras épocas del año. Recuerda también que no es necesario comer un poco de todo, con comer bastante para saciar el hambre debería de ser suficiente.

No saltarse comidas

Muchas personas en Navidad deciden no comer para “ahorrar calorías para la cena”. A menudo, lo único que se consigue con esto es comer más durante la cena y aumentar de peso. Por otro lado, comer durante el día nos quitará el estrés y aumentará nuestra disciplina.

Alternar bebidas sin alcohol.

Las bebidas alcohólicas tienen muchísimas calorías vacías que no aportan vitaminas a nuestro organismo. Alternando un vaso de agua o un refresco sin alcohol tras cada bebida alcohólica, conseguiremos reducir un gran porcentaje de las calorías que consumimos.